Características de las plantas
Las plantas, pertenecientes al llamado Reino Plantae, son uno de los tres grandes grupos de eucariotas u organismos pluricelulares con células compuestas por núcleo y mitocondrias. Así, las plantas son seres vivos pluricelulares, por lo que no podemos considerar como tales a los microorganismos unicelulares como las microalgas.Además, las plantas son seres vivos autótrofos, lo que quiere decir que son capaces de crear materia orgánica a partir de materia inorgánica.
Esta función es vital para la existencia de nuestro planeta tal y como lo conocemos, ya que sin esta base de la cadena alimentaria, no podría existir ninguno de los estratos superiores. Ellas fabrican materia orgánica a partir del agua, la luz y los elementos presentes en el suelo y el aire mediante la fotosíntesis, un complejo proceso que se da en sus cloroplastos gracias a las clorofilas, los pigmentos verdes que contienen.
Las células vegetales se caracterizan también por contener una pared celulósica no presente en las células animales, así como por tener moléculas como la lignina, que posibilita la creación de tejidos vegetales rígidos.Las plantas además se fijan al suelo o a otras superficies mediante su sistema radicular, que es una de las tres grandes partes de las plantas: raíces, tallo y hojas. Algunas tienen además flores y frutos, aunque estas últimas partes no están presentes en todas.Resultan básicas en los ecosistemas como organismos productores y resultan el origen de todas las cadenas tróficas tanto en el agua como en tierra firme. Nuestra vida depende así por completo de ellas, no solo por su aporte de oxígeno, sino como alimento e ingrediente indispensable de todo tipo de recursos, como los medicamentos.
Qué necesitan las plantas para vivir
Las plantas necesitan esencialmente agua y luz para poder crecer y desarrollarse, pero no hay que olvidarse nunca de los compuestos inorgánicos que les son igualmente vitales. Sin fósforo, nitrógeno, calcio, magnesio, potasio y azufre, además de los micronutrientes como el hierro, el manganeso o el zinc, entre otros, las plantas no pueden desarrollarse correctamente. También necesitan oxígeno y carbono, pues las plantas también respiran.
- Las plantas herbáceas tienden a ser de tamaño reducido y se caracterizan por tener ramas y tallos blandos, con un bajo contenido en lignina. Son muy usadas por su amplio abanico de propiedades tanto terapéuticas como en la industria alimentaria.
- Las plantas arbustivas, o los arbustos, cuentan con troncos de pequeño tamaño, pero leñosos, y aunque pueden crecer bastante más, lo habitual es que su altura no supere el metro y medio o los dos metros. Sus diversos troncos parten del mismo suelo, en la base de la planta.
- Las plantas arbóreas, o los árboles, son fáciles de reconocer porque cuentan con un único tronco principal, del que parten sus ramas y hojas. El tronco es leñoso y pueden alcanzar muy diversos tamaños, desde unos pocos metros de altura a los más de 100 registrados en algunos.