Los reptiles y sus caracteristicas
Llamamos reptiles a un conjunto de animales cuadrúpedos y vertebrados, de sangre fría, cuya principal característica es poseer una piel cubierta de escamas de queratina. Son animales muy abundantes, especialmente en hábitats cálidos, cuyo nombre proviene de su modo de andar: viene del latín reptile, “que se arrastra”.
Los reptiles aparecieron sobre la Tierra hace 318 millones de años y fueron la forma de vida predominante durante el Mesozoico (Triásico, Jurásico, Cretácico), en la llamada “Era de los dinosaurios”. Se encuentran emparentados evolutivamente con los anfibios y las aves; y algunas especies reptilianas prehistóricas dieron origen a los primeros mamíferos.
En las culturas humanas, los reptiles tienen una presencia a la vez fascinante y atemorizadora, dado su aspecto seco, milenario, y su ferocidad en el caso de los grandes depredadores como los cocodrilos, caimanes y serpientes. Muchos han sido asociados con poderes siniestros o con entidades demoníacas, como es el célebre caso de la serpiente en el Jardín del Edén narrado en la Biblia.
Los reptiles, a grandes rasgos, se han adaptado a la vida terrestre, aunque muchas especies hayan posteriormente regresado a los medios acuáticos para depredar. Esto significa que poseen respiración pulmonar, con un sistema circulatorio doble y una serie de adaptaciones que les permiten conservar el agua lo más posible. Su piel escamosa es resistente y áspera, y les permite calentar el cuerpo exponiéndolo al sol, ya que los reptiles no pueden regular internamente la temperatura corporal.
us cuerpos generalmente son cuadrúpedos, aunque algunas especies han perdido las patas, como las serpientes, y otras poseen un caparazón rígido e integrado al esqueleto (como las tortugas). Generalmente poseen un buen sentido del olfato y en el caso de las serpientes un sentido del tacto que les permite percibir vibraciones del suelo.
Reproducción de los reptiles
La reproducción de los reptiles es sexual, es decir, involucra la fecundación interna de la hembra por parte el macho durante la cópula, así como el intercambio de gametos (células sexuales). Posteriormente, la hembra deposita huevos, generalmente en un nido que resguarda con ferocidad, o enterrados cerca del agua (como las tortugas). De ellos emergen las crías, idénticas a sus progenitores pero de menor tamaño, sin necesidad de metamorfosis de ningún tipo.