Sistema digestivo de los animales rumiantes

A los animales rumiantes también se les puede llamar animales poligástricos haciendo referencia a su sistema digestivo. Su estómago es muy peculiar porque está dividido en cuatro cavidades, optimizadas para procesar la hierba que consumen. Por el contrario, a los demás animales con estómago de una cavidad, como nosotros, se les llama norumiantes.

Estas cavidades se llaman:

  • Rumen
  • Retículo
  • Omaso
  • Abomaso

En las primeras tres cavidades estomacales de los rumiantes hay una concentración especial de microbiota bacteriana y protozóica que fermenta los alimentos ricos en fibra y a los alimentos nitrogenados a fuentes energéticas, en forma de proteína y de ácidos grasos volátiles o AGVs, que son el producto final. Ejemplos de estos ácidos son el ácido propinoico, ácido acético, y ácido butírico, que serán convertidos a glucosa, ácidos grasos o ácidos aminados. La última cavidad ya es más parecida a la del resto de los animales. Este sistema digestivo rumiante está sumamente adaptado a la falta de almidón y de azúcar, llevando a cabo procesos como la gluconeogénesis.

Los rumiantes son muy productivos. Una tonelada de carne de cerdo requiere 6.3 toneladas de alimento, mientras que una tonelada de res solamente necesita 3.5 de concentrado, y 0.4 toneladas de alimento para una tonelada de leche. Es por esto que la res es uno de los recursos más explotados para la alimentación humana.

Como resultado de la alimentación rumiante tenemos emisiones de metano. De hecho, este grupo es una de las principales fuentes de metano mundial causante del efecto invernadero y del cambio climático.

Alimentación de los animales rumiantes

Como hemos mencionado anteriormente, estos animales son herbívoros por naturaleza. Los rumiantes se alimentan de forrajes. Pueden alimentarse de una gran variedad de materia vegetal, que van desde hierba, hojas, brotes, o ramas. Tienen la capacidad de digerir la celulosa, pectina y hemicelulosa.

Venados (familia Cervidae)

Los venados son un gran ejemplo de la adaptación alimenticia de rumiantes. Los renos rumian los líquenes que crecen en altitudes árticas, y los alces lo hacen con plantas acuáticas.