Tormentas Eléctricas y Rayos -1
TORMENTAS, RAYOS, RELAMPAGOS Y TRUENOS
Uno de los hechos más característicos de las tormentas es el acompañamiento a las mismas de fenómenos eléctricos: rayos, relámpagos y truenos.
La atmósfera contiene iones, pero durante una tormenta se favorecen la formación de los mismos que tienden a ordenarse. Los iones positivos en la parte alta y los negativos en la parte baja de la nube. Además la tierra también se carga de iones positivos.
Todo ello genera una diferencia de potencial de millones de voltios que acaban originando fuertes descargas eléctrica entre distintos puntos de una misma nube, entre nubes distintas o entre la nube y la tierra: a dicha descarga eléctrica la denominamos rayo.
El relámpago es el fenómeno luminoso asociado a un rayo, aunque también suele darse este nombre a las descargas eléctricas producidas entre las nubes.
El rayo es uno de los espectáculos más extraordinarios y peligrosos de la atmosfera. Es impronosticable y tiene una vida de pocos segundos. Siempre se presenta brillante, resplandeciente, pero casi nunca sigue una línea recta, sino que describe un camino tortuoso para llegar al suelo, como si se trataran de las raíces de un extraño árbol.
Pero otras veces se presenta como una lámina de fuego y, en raras ocasiones, como una esfera intensamente iluminada que queda suspendida en el aire.
Generalmente, la chispa eléctrica que llega a tierra recibe el nombre de rayo, mientras que la chispa que va de una nuve a otra nube, o de la parte alta a la parte baja de la misma nube, se llaman relámpago, aunue en la vida cotidiana los dos son usados como sinónimos del mismo fenómeno. Las aparición del rayo es sólo momentánea, seguida a los pocos momentos por un tremendo chasquido y el retumbar del trueno.
En realidad, el rayo es una enorme chispa o corriente eléctrica que circula entre dos nubes o entre una nube y la tierra. Es un efecto parecido al que observamos, en pequeña escala, cuando desenchufamos un artefacto eléctrico en funcionamiento.
La diferencia más importante es que esa pequeña chispa sólo salta a través de una fracción de milímetro y que el rayo natural puede cruzar kilómetros de distancia. El rayo, como es de sobras conocido, se origina en los cumulonimbos o nubes de tormenta.