Características de las plantas sin flores
Para acercaros un poco más al maravilloso y particular mundo de las plantas, en EcologíaVerde hemos creado este artículo sobre las plantas sin flores. En él, además de explicar de forma general el origen y funcionamiento de estas plantas con más 450 millones de años sobre la Tierra, hemos realizado un listado para que descubras un poco más de cada tipo. Además, incluimos al final un listado con aquellas especies más fáciles de adquirir en tu floristería habitual. Esperamos que resulte interesante descubrir cómo se reproducen las plantas sin flores y cuáles son.
La principal característica de las plantas sin flores es su forma de reproducirse. Al no contar con un órgano reproductor, no producen frutos o semillas. Estas pueden dividirse en dos grandes grupos: las briófitas, donde se encuentra el musgo, y las pteridofitas, donde se encuentran los helechos. Fuera de estos dos grandes grupos se encuentran otras especies sin flores, como es el caso de las algas y otras plantas prehistóricas.
Otras particularidades de estas plantas sin flores es su tonalidad verde intensa, donde en el caso de los helechos, presenta tallos fuertes y hojas grandes para favorecer la absorción de nutrientes.
Su ciclo reproductivo puede resultar un tanto complejo. Las esporas son las encargadas de la reproducción. Estas son estructuras de capaces de originar nuevos individuos mediante la división celular. Las esporas, normalmente situadas en el envés de las hojas, esperan hasta estar maduras para caer a la tierra. De este modo, si la zona donde se coloca la espora cumple con la humedad suficiente se creará una nueva planta. Podríamos decir que las esporas crean una planta genéticamente idéntica de la planta madre original.
Las plantas sin flores tienen una amplia diversidad y distribución en el mundo. Por ello, hemos realizado a continuación una lista de plantas sin flores que son especies destacadas.
Plantas sin flores: briófitas o musgos
os musgos, al no contar con tejidos conductores, se alimentan directamente de las partículas dispersas en el agua y la tierra. Las plantas briófitas no cuentan con vasos conductores, por lo que cada una de las células que la conforma tiene que entrar en contacto de forma individual con la luz y el agua para realizar la fotosíntesis.
Por ello, es normal asociarlos a lugares húmedos y donde no llega el sol. Existen una gran variedad de especies y, de hecho, podemos encontrarlos tanto formando colonias en la tierra o en las rocas, como en el medio acuático.