Contaminación del suelo

¿Qué es la contaminación del suelo?

La contaminación del suelo es la alteración de la superficie terrestre por la presencia de sustancias y elementos que son perjudiciales y que desencadenan un proceso degenerativo de la tierra y del agua.

El suelo está conformado por una mezcla compleja de minerales, materia orgánica e inorgánica, agua y una enorme diversidad de formas de vida. En un contexto equilibrado y natural el suelo es capaz de realizar un trabajo de filtrado en el que:

  • Depura el agua y elementos de la superficie hasta alcanzar las profundidades de las napas para obtener agua pura.
  • Procesa la materia orgánica inerte para obtener tierra fértil.
  • Procesa sustancias de desechos para que, al atravesar las diversas capas y los procesos del suelo, esas sustancias se desintegren.

La celeridad con la que es alterado el suelo destruye sus propiedades e impide que se regenere de manera natural. La contaminación del suelo comprende a cualquier sustancia química, desechos o la intervención humana intencionada o accidental que altera el paisaje natural.

La formación del suelo comprende un proceso muy lento y complejo. El suelo es un recurso finito y solo es posible su recuperación en el transcurso de algunas décadas, cientos de años e incluso más tiempo. El deterioro del suelo afecta a los alimentos, al agua, al aire, a los organismos y al resto de los animales humanos y no humanos.

Entre los principales factores contaminantes se destacan los tanques subterráneos de almacenamiento de combustible, los plaguicidas, los desechos de cloacas, los desechos químicos resultantes de la producción industrial y la basura generada por la humanidad.

La contaminación del suelo

La contaminación del suelo es un proceso que se gestó de manera gradual y que data desde la antigüedad e, incluso, desde la prehistoria a medida que el accionar del ser humano se volvió más complejo.

A partir del descubrimiento del fuego en el Paleolítico, los incendios forestales podían generar sustancias volátiles tóxicas, como las cenizas. Durante la Edad de los Metales el descubrimiento de la transformación de los metales fue un proceso que contribuyó al desequilibrio de los suelos tras las grandes cantidades de sustancias y elementos metálicos desechados.– Enciclopedia Humanidades