Tormentas tropicales -1

Se conoce como tormentas tropicales a sistemas meteorológicos de baja presión en los que los vientos giran en torno a un eje central en circulación cerrada.

Estas tormentas suelen caracterizarse por presentar lluvias torrenciales y vientos fuertes, cuya intensidad y destructividad varían principalmente según la temperatura del agua y la humedad del aire del lugar donde las tormentas se desarrollan.

Dependiendo de esa intensidad se distingue a las depresiones tropicales (intensidad baja) de las tormentas tropicales (intensidad media) y los huracanes o tifones (intensidad alta). Algunas tormentas de ellas pueden ser tan grandes que pueden observarse desde la atmósfera exterior del planeta.

¿Ciclón o tormenta tropical? A veces se confunden los términos ciclón y tormenta tropical, pero no significan lo mismo. Un ciclón es un sistema meteorológico que tiene un centro de baja presión y vientos que giran en círculo. Los ciclones pueden ser pequeños o muy grandes, y pueden formarse en diferentes partes del mundo. Una tormenta tropical es un tipo específico de ciclón tropical, con vientos fuertes, más intensos que los de una depresión tropical pero no tan intensos como los de un huracán o un tifón.

Existen varios tipos de ciclones tropicales que se pueden clasificar según la intensidad de sus vientos y su zona de influencia:

  • Depresión tropical. Es el tipo de ciclón que presenta vientos de menor intensidad que no superan los 65 kilómetros por hora. A pesar de que pueden generar fuertes lluvias y vientos moderados, por lo general no causan demasiados daños materiales. 
  • Tormenta tropical. Se forma cuando los vientos sostenidos del ciclón tropical alcanzan entre 65 y 120 kilómetros por hora. Se caracteriza por la presencia de un “ojo”, una zona de relativa calma atmosférica ubicada en el centro de la tormenta, rodeada por nubes y lluvia. 

Huracán. Es un ciclón tropical muy intenso que se forma cuando los vientos superan los 120 kilómetros cuadrados. Sus extensas áreas de tormenta pueden superar los 1000 kilómetros de diámetro y generar importantes daños materiales y pérdidas de vidas humanas. Se clasifican con la escala Saffir-Simpson en cinco categorías, de la 1 a la 5, en la que la número 5 es la más destructiva. 

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