El gusto y el olfato trabajan juntos
Mediante el sentido del gusto percibimos los sabores. Podemos reconocer cuatro clases de sabores: dulce, salado, acido y amargo.
El sentido del olfato nos permite percibir los olores. El aire entra por los agujeros que tiene la nariz, cuyo nombre son fosas nasales, estas calientan el aire y lo humedecen para percibir mejor los olores del ambiente.
El sentido del olfato trabaja junto con el del gusto. El sabor de las cosas depende del olor que percibas con tu nariz.