Funciones de la médula espinal

La importancia de esta parte del sistema nervioso central está fuera de toda duda. Solo hace falta observar los efectos que tienen daños en esta zona para comprender que se trata de una sección fundamental para el funcionamiento habitual. Y es que la médula espinal es más que el canal a través del cual el cerebro se comunica con el resto del cuerpo; también puede realizar ciertas actividades automatizadas, como por ejemplo los arcos reflejos (en los que pasa muy poco tiempo entre la captación de un estímulo y la emisión de una reacción motora, dado que este proceso no pasa por el cerebro, como veremos).

De manera resumida, las principales funciones que hacen de esta sección del sistema nervioso tan relevantes son las siguientes.

1. Transmisión de la información sensorial y motora

La médula espinal es el núcleo de relevo de las neuronas y fibras nerviosas presentes en la mayor parte del cuerpo. Esto quiere decir que tanto cuando el cerebro da la orden de que se realice una acción (por ejemplo dar una patada a un balón) como cuando una parte de nuestro cuerpo percibe algún estímulo (una caricia en el brazo), la información pasa primero a la médula, que enviará la información a los músculos o al cerebro para que lo procese.

2. Procesamiento de la información

Si bien es en el cerebro donde la estimulación se hace consciente, la médula hace un rápido juicio de la situación con el fin de determinar si únicamente enviar la información al cerebro o provocar una actuación de emergencia incluso antes de que llegue.

Así pues, en lo relativo a los procesos mentales, permite la aparición de un tipo de atajos en los que la información no tiene por qué esperar a ser procesada por instancias superiores para generar una respuesta.

3. Reacción inmediata: reflejos

Como acabamos de ver, en ocasiones la médula espinal produce por sí misma una actuación sin que la información haya sido aún transmitida al cerebro. Estas actuaciones son lo que conocemos como reflejos. Para ejemplificar podemos pensar en poner una mano en el fuego de forma accidental: la mano es retirada de forma inmediata, no planificada y sin que haya pasado aún la información al cerebro.

La función de los reflejos es clara: ofrecer una reacción rápida ante situaciones potencialmente peligrosas. Como la información sensorial ya produce una respuesta al llegar a la médula espinal, sin tener que esperar a ser captada por el cerebro, se gana tiempo, algo muy valioso en caso de ataque de un animal o cuando se puede recibir heridas por caída o por quemaduras. De esta manera, se realizan acciones programadas en el diseño de la médula espinal, y que siempre son ejecutadas de la misma manera.

Sin embargo, en el caso de los bebés también existen reflejos que se van perdiendo durante los primeros meses después del nacimiento y cuya función básica no es siempre reaccionar rápidamente, sino realizar actos que favorecen la supervivencia, como por ejemplo succionar leche materna. En este caso hablamos de reflejos primitivos, cuya ausencia puede ser signo de enfermedad.

Tratado de anatomía humana/Editorial Médica Panamericana.