La columna vertebral y sus partes

La columna vertebral es una estructura de vital importancia que se conoce también como el «árbol de la vida», ya que protege en su interior la pieza clave de nuestro organismo: el sistema nervioso.

El sistema nervioso se compone de dos partes: el cerebro y la médula espinal. El sistema nervioso alberga las raíces de los miles de nervios que emergen entre las vértebras y se ramifican, transmitiendo los mensajes del cerebro al resto del cuerpo para mantenerlo en un funcionamiento óptimo.

Los doctores en quiropráctica somos especialistas en eliminar las interferencias nerviosas, denominadas subluxaciones, cuando existen desajustes a nivel vertebral.

Gracias a una columna sana y alineada, el sistema nervioso puede comunicarse de forma óptima desde el cerebro hacia todo el cuerpo y nos mantiene con vitalidad y salud.

La columna vertebral se divide en cinco áreas: las cervicales, las dorsales, las lumbares, el sacro y el coxis. Cada una de estas áreas cumple una función esencial para el funcionamiento correcto y natural de nuestro cuerpo. Todas están relacionadas entre si para permitir.

Esta mejora se produce porque cada una de las veinticinco vértebras que compone nuestra columna vertebral están relacionadas con uno de nuestros órganos.

La columna vertebral proporciona soporte estructural al tronco y rodea y protege la médula espinal. La columna vertebral también proporciona puntos de unión para los músculos de la espalda y para las costillas. Los discos vertebrales tienen la función de absorber los impactos durante actividades tales como caminar, correr y saltar. Éstos también permiten la flexión y extensión de la espina dorsal.

La columna vertebral es el núcleo del sistema óseo en los humanos, pues conforma el eje de nuestro cuerpo. Gracias a las 33 vértebras que se apilan conformándola desde la cabeza hasta la pelvis, la columna vertebral no solo nos mantiene erguidos y permite que nos desplacemos sobre dos pies, también es la estructura que protege la médula espinal.

Por lo tanto, la columna vertebral es imprescindible para que nos movamos, mantengamos el equilibrio, nuestros órganos internos estén protegidos y, además, alberga la médula espinal, la cual forma parte del sistema nervioso central y es la principal “autopista” por la que circulan todos los impulsos nervioso