¿Qué es un tsunami?
Los tsunamis, también llamados maremotos, son olas que se desplazan por el océano a gran velocidad y que, al llegar a las costas, pueden alcanzar hasta 30 metros de altura.
Los tsunamis tienen lugar en grandes cuerpos de agua como mares y océanos, y son extremadamente raros en cuerpos de agua más pequeños como lagos y lagunas.
Se originan por terremotos que suceden en la corteza oceánica, que liberan grandes cantidades de energía. Esa energía se transmite al agua y se generan olas que se desplazan a través del océano.
Los tsunamis se producen principalmente en el océano Pacífico, y son menos frecuentes en el océano Índico y Atlántico.
- Ver además: Tormentas tropicales
Causas de un tsunami
En su mayor parte los tsunamis son causados por terremotos que ocurren en el fondo marino. Estos terremotos producen un repentino movimiento de las placas tectónicas que conforman el suelo oceánico, lo que genera una gran liberación de energía. Esta energía se transfiere al agua a través de ondas y puede provocar la formación de un tsunami.
Con menor frecuencia, los tsunamis pueden producirse por erupciones de volcanes submarinos. Estas erupciones liberan mucha energía, que se propaga a través del agua y puede formar grandes olas.
Otra causa posible pero aún más extraña es la caída de un meteorito en el océano, que también puede generar ondas que se propagan a través del agua de los océanos.
Consecuencias de un tsunami
Una de las consecuencias de los tsunamis es la pérdida de vidas y de bienes.
Las consecuencias más frecuentes de los tsunamis son:
- Las inundaciones, que se producen por el impacto del tsunami en las zonas costeras.
- La pérdida de vidas humanas y de bienes materiales como consecuencia del impacto de las olas con la costa, de las inundaciones o de la corriente de resaca que moviliza a personas y objetos hacia adentro del mar.
- La contaminación del agua dulce por el agua salada que penetra tierra adentro. Esto no solo afecta la disponibilidad de agua potable sino que también cambia significativamente la salinidad del suelo, lo que puede afectar negativamente su fertilidad.
- El deterioro o destrucción de los ecosistemas submarinos cercanos a las costas. El impacto de las olas puede poner en riesgo el equilibrio de los ecosistemas costeros y tener un impacto significativo en el desarrollo de la vida de los corales, algas y otras especies marinas.