Consecuencias de un sismo

Los daños producidos por los sismos se miden a través de la escala de intensidad de Mercalli. Los daños sobre la superficie dependen no solo de la magnitud del sismo sino también de los materiales y diseños de los edificios. Un sismo de baja magnitud que afecta estructuras no preparadas puede generar importantes daños. Por el contrario, un sismo de mayor magnitud sobre un área preparada con construcciones antisísmicas puede tener una escala de intensidad de Mercalli menor. 

La escala de intensidad de Mercalli se mide en valores de 1 a 12. La intensidad 1 es aquella que se utiliza cuando prácticamente el sismo no se percibe en la superficie ni produce daños. La intensidad 12 es la mayor de la escala y se observa cuando el daño es total. La intensidad 6, la intermedia, se da cuando el sismo es percibido por todas las personas, se mueven objetos pesados como muebles, árboles e incluso paredes, y se dañan algunas estructuras. 

Componentes de un sismo

Los componentes principales de un sismo son:

  • Hipocentro o foco. Es el lugar, debajo de la superficie terrestre, en el se produce la liberación de energía. 
  • Epicentro. Es el lugar en la superficie situado directamente encima del foco o hipocentro. Como es el lugar más cercano al punto de liberación de energía, es donde más fuerte se sienten las vibraciones y posiblemente más daños se produzcan. 

Ondas sísmicas. Son las ondas a través de las cuales se transmite la energía desde el foco hacia la superficie. Son de dos tipos.

  • Las ondas P o primarias se mueven en sentido horizontal, son las que llegan primero a sentirse y son las que van a sacudir de un lado a otro a los objetos en la superficie. 
  • Las ondas S o secundarias tardan más en percibirse porque son más lentas, se mueven en sentido vertical, y son las que van a hacer “saltar” de arriba a abajo los objetos en la superficie.